lunes, 10 de noviembre de 2014

10/11/14



10/11/14


Los animales son esclavizados para el beneficio de los hombres. Sin embargo los hombres no son tan distintos de esos animales, pues son esclavizados por un sistema creado por los mismos hombres. Nos hacen creer que somos libres, pero no podemos escapar al sistema. Toda nuestra vida se basa en obedecer una serie de normas para el beneficio de otros con más poder.
Desde que nacemos en este sistema estamos condenados a tener una vida determinada, destinada a ser un número más en las estadísticas. Desde que tenemos uso de razón empiezan a moldear nuestras mentes para convertirnos en esos esclavos. A partir de cierta edad nos obligan a decidir un camino que tomar, un camino de estudio que termina en un trabajo que deberemos desempeñar el resto de nuestras vidas. Trabajamos para comprar cosas que nos hacen creer que son necesarias para tener una vida “digna”. Cada mes ganarás un sueldo determinado, un sueldo que determinará lo que puedes adquirir, es decir, quienes están por encima de ti te darán dinero para que te lo gastes en lo que ellos crean conveniente. Obviamente cuanto más arriba estés en este sistema más cosas podrás adquirir. Incluidos esclavos, más comúnmente conocidos como trabajadores. Trabajadores que seguirán tus órdenes a cambio de un sueldo que en realidad es una miseria comparado con lo que están produciendo. Y así todos los hombres somos esclavizados por otros hombres, por un sistema.
El sistema te “enseña” qué debe gustarte, qué es bueno para ti y qué no lo es. ¿Qué cómodo, no? Que alguien decida por ti para que tu no tengas que pensar. Precisamente al no pensar no nos damos cuenta de lo injusto que este sistema y que no somos más que un dato estadístico para él.

domingo, 7 de septiembre de 2014

7/9/14

7/9/14

Hace muchos siglos
aventureros salian
para descubrir en el mar
islas llenas de maravillas
y grandes tesoros olvidados.

Desde aquél aciago día,
en el que todas se descubrieron
todos los hombres buscaron
conquistar mujeres soberbias.

Y desde que nuestros labios
aquél mágico día convergieron
creo que he sido agraciado
solo yo en mil años.

martes, 4 de febrero de 2014

3/2/14 (3)

3/2/14 (3)

Rompes mi tristeza con tu sonrisa,
usas tus labios para calmar mi alma,
tocas mi corazón con tu suave mano,
haces que desee parar el tiempo en cada beso.

3/2/14 (2)

3/2/14 (2)

Cruel y deprimente domingo
me alejas de lo que más amo.
A ella siempre haces daño
y a mi me impides evitarlo.
¿Por qué descargas tanto odio?
¿Cuál es el oscuro propósito?
¿Llenar los corazones de hastío,
soledad, tristeza y aburrimiento?
Deseamos que pases rápido,
aunque al lunes de paso.
Eso nos priva de buen sueño
pero al menos la pesadilla terminó.

3/2/14

3/2/14

En mis noches,
te sueño.
En mis días,
te recuerdo.
Cuando estoy contigo,
¡vivo!

lunes, 3 de febrero de 2014

2/1/14

2/1/14
Viaje a Salamanca.

Ruth y yo quedamos en la estación, después de saludarnos, como siempre, fuimos a la taquilla a comprar los billetes. Y también como siempre nos sentamos en la parte de atrás. Me llevé un aparatito para conectar dos auriculares que compré en un chino. En la primera parte del viaje escuchamos 'Bürdel King'. Después ya no me acuerdo que hicimos. Seguramente Ruth hacía un cubo de rubik mientras yo miraba. Al llegar dimos un paseo hasta un establecimiento en el que, entre otras cosas, vendían café. Tras eso fuimos de tienda en tienda hasta llegar al 'Cash Converters'. Allí compramos algunas cosillas. Yo un "juego" para hacer que la videoconsola fuese un 'MP3', como soy gilipollas no me aseguré que fuese para la 'DSi' y no era compatible. También compré un par de púas, Ruth otra más, una para ella y otra para un compañero. Ella encontró un "single" de Tino Casal. Cuando se acercaba la hora de comer nos pasamos por un supermercado de "El Árbol". Compramos a medias un frasco de mayonesa para no comprarla en el 'burger'. Nos terminamos casi todo el frasco. Tras comer hasta reventar seguimos de tienda en tienda "y tiro por que me toca". Buscamos en varias tiendas de 'Manga' y otras tantas librerías, pero no encontramos el tomo 2 de 'The legend of Zelda'  que la peliazul buscaba. Lo pasamos bastante bien, paseando, diciendo bastantes tonterías... En la vuelta buscamos el tomo por internet y otras cosas del 'Zelda'. Luego solo esperamos hasta llegar a Zamora.

viernes, 3 de enero de 2014

3/1/14 (2)

28/12/13 - 29/12/13
Viaje a Burgos. 

Al llegar a la estación Ruth y su madre ya me estaban esperando en la estación. En el bus nos hicimos decenas de fotos. Comimos un montón de gominolas y algo de queso. el viaje se nos hacía muy largo. Ruth intento dormir, pero yo estaba hablador y no la dejaba. En una paradita me dieron el almuerzo: media baguette con tortilla de patatas. Estaba riquísimo pero no pude acabarlo todo, no me entraba. Por fin, sobre las 5 creo recordar, llegamos a Burgos. Hacía tanto frío que te dolían las orejas. Ruth no se aclaraba con el mapa y dimos unas vueltas de más. Por fin llegamos al hotel. Oh, allí hacía casi demasiado calor, pero a ninguno se nos ocurrio regular la temperatura de la habitación con el termostato que allí había. Ruth se fue a dar una ducha y yo… Pues a probar la cama, ¿como no? Me quedé tostadisimo viendo la tele. Cuando salí de mi estado de ensoñación me di cuenta de que la peliazul ya estaba en su cama. Las nuestras estaban pegadas. Cuando se acercaba la hora de cenar bajamos al bar del hotel a preguntar por algún sitio al que ir a cenar. Al bajar fue muy extraño. Cuando nos entramos vimos en la barra a un grupo de melenudos  de cierta edad ya y cuando nos acercamos nos fijamos en que había dos que nos resultaban… “Conocidos”. Tanto que íbamos a verlos tocar unas horas más tarde. Cuando nos dimos cuenta de la situación, con mucha vergüenza y disimulo nos pusimos a mirar la carta del bar como si no nos hubiésemos dado cuenta. Salimos del hotel y miramos por la ventana desde otro ángulo para estar seguros. Si, eran Frank y Carlitos. Más tarde descubriríamos que había otros dos integrantes: el bajista nuevo y el violinista que sustituía a Moha. Estabamos flipando. Rapidamente lo contamos por un grupo de WA. Segundos después salieron y entraron a un coche negro que había en la calle. Ruth decía que había alguien en el asiento del conductor, ¿quién sería? Después fuimos a cenar a un bar que encontramos. Hablamos de muchas cosas que ya ni recuerdo. Al volver al hotel nos cambiamos de ropa y nos preparamos para ir al concierto. De nuevo no nos aclarábamos con el mapa así que recurrí al GPS del teléfono. Cuando llegamos a la sala había una cola impresionante. Casi antes de entrar dije: parece mentira que una vez hayamos sido los últimos de la cola. Nos verificaron la entrada y nos pusieron un sello en la mano. Como habíamos comprado entradas vips fuimos a la zona que teníamos reservada. Oh… Solo nos separaba una fila de chicos,  que habían llegado antes, del escenario. Tenían como intro un fragmento de la película ‘Abierto hasta el amanecer’ que hablaba, básicamente, sobre tipos de chochos. Pronto entraron en escena ‘Bürdel King’. Y entonces llegó Txus, con una ropa muy “Glam”. Joder, me ponía hasta a mi. Tras cantar unas canciones de su disco y dirigir unas cuantas palabras al público y su buen humor, salieron del escenario. Fue muy brutal y divertido. Nos tocó esperar bastante hasta que por fin salieron ‘Mägo de Oz’. Fue entonces cuando supimos quienes eran los otros del hotel. Fue muy triste saber que Moha se había roto la clavícula jugando al fútbol. Enseguida lo “wasapeamos”. Saltamos, gritamos, cantamos… Lo dimos todo en el concierto. Zeta me señaló un par de veces, fue algo inquietante, pero divertido. Y bueno… A Ruth también la señaló una vez y también le guiñó un ojo, creo recordar. Conseguí atrapar una púa, aunque no recuerdo quien de ellos la lanzó. Y Ruth… Pues tuvo más suerte y atrapó otra como la mía y además, la del bajista. Cuando tocaron todas las que tenían previstas nadie quería que se fuesen, así que todos pedíamos otra… u otras 10. Y bueno, no se negaron. Al terminar repartieron algunas púas más, botellas de agua y las baquetas de Txus y, ¿a que no adivináis quién se llevó una? Ruth. Que suerte tiene. Y que envidia le tengo. Después nos dirigimos a la zona del “merchan” a gastarnos nuestros ahorros. Compré una camiseta y una chapa de “Hechizos, pócimas y brujería” y me habría comprado también el disco, pero no lo tenían, así que compré el “Celtic Land”. La peliazul compró también ese disco y el de ‘Bürdel King’, el libro biográfico de Txus y le regalaron una chapa. Pero la cosa no acabó ahí. Comprar el libro te daba derecho a que Txus te lo firmase en el “backstage”. Allí nos dirigimos emocionados. Yo no lo compré, pero claro, iba con ella. Al llegar allí nadie de la cola tenía un permanente, oh espera, yo sí. Por fin nos tocaba. Se había cambiado de ropa. A Ruth le firmó sus discos, el libro y creo que también la baqueta. Y no olvidemos dos besos. Luego me firmó mi disco y la entrada. A mi solo me dio la mano, pero bueno, que se le va a hacer. Tras preguntarnos que qué tal lo habíamos pasado en el concierto y poco más nos hicimos una foto. Nos despedimos de él, esperamos a que me devolviesen el permanente y nos fuimos a presumir. Volvimos al hotel, pero, ¡la noche no podía terminar ahí! Así que buscamos en el GPS bares en los que pusiesen heavy metal y encontramos dos. Eran brutales y estaban muy cerca el uno del otro. En el primero había hidromiel, podríamos haberla probado. En el segundo todo el techo y partes de las paredes estaban cubiertas de posters de grupos. Nos encantaron. Espero que volvamos a ellos algún día. Serían ya las 4 o las 5 de la mañana cuando volvimos al hotel. Solo nos faltó volvernos a encontrar con alguno en algún bar u otra vez en el hotel. Bueno, nos pusimos los pijamas, nos dimos las buenas noches y caímos rendidos. 
A la mañana siguiente nos despertamos sobre las 11:30. Nos vestimos, recogimos todo y salimos del hotel. Como hasta las 5 no salía el bus dejamos la maleta en una taquilla de la estación y fuimos a dar una vuelta. Había mucha gente por la calle. Nos hicimos más fotos, entramos a muchas tiendas y lo pasamos bastante bien por allí. Para comer fuimos a un kebab. Nos llenamos todo lo que el estómago nos permitió y más. Continuamos con algunas tiendas cercanas a la estación y tras hacer una paradita en los servicios y recoger la maleta, subimos al bus. Hablamos un poquito más y en la tele pusieron la película 'Frankenweenie'. Obviamente la vimos. Al terminar, como aún faltaban horas para llegar, nos echamos una siestecita. Al llegar subimos a mi casa para tomar un café. Al final creo que solo se lo tomó la madre de la peliazul. Nosotros, como de costumbre, nos echamos en la cama. Bueno, esta ocasión estábamos más cansados que otras veces. Cuando ya se iban las acompañé al coche y nos despedimos. Volviendo a casa me asaltaban un montón de recuerdos, uno en especial. Las palabras que Txus había escrito en mi entrada:  ¡¡Stay Oz!!


3/1/14


He decidido hacer una especie de cuaderno de bitácora. Así podré dejar constancia de algunos de mis viajes por si en un futuro se me olvidase algo o por si a alguien le interesa. Empezaré por el viaje que hice a Valladolid hace pocos días. Me habría gustado escribir sobre todos o casi todos, pero ha llovido demasiado desde la mayoría y no los recuerdo demasiado bien. Algunos serán muy cortos y otros... Bueno, más extensos.

26/12/13
Viaje a Valladolid

Salí de Zamora hacia Valladolid. Estuve solo hasta que el bus hizo su escala en Toro y entonces subió Ruth. Tras saludarnos y hablar un poco entre nosotros nos conectamos al WA para hablar con una amiga a la que íbamos a conocer allí. La conozco desde que jugaba a NosTale, aunque no en persona. Mantuvimos el contacto a través de redes sociales. Siempre suelo llamarla por su nick: Kelpie. El trayecto en bus se hizo un poco aburrido. Al llegar a la estación la vi a través del cristal y la salude con la mano. Al bajar corrimos a abrazarnos por primera vez. Fue un gran abrazo, de esos que aprietas y aprietas y no quieres soltarte. Tras cambiarle el agua al canario y esperar el bus, fuimos a un centro comercial al que ya había ido una vez antes, el 'Rio shopping'. Entramos a muchas tiendas y el tiempo se pasó enseguida, tanto que volvimos para comer cerca de las 5 de la tarde. Comimos en un Burger y fuimos en busca de otras cuantas tiendas más. Todo lo que compré fue un juego de segunda mano de zombis. Ah, y a Kelpie le regalé un colgante que compré en Lanzarote hace unos años. Tras otro gran abrazo de despedida subimos al bus y volvimos a Zamora. Lo pasamos genial los tres juntos y espero que podamos repetirlo muy pronto.